Es que yo soy muy culta

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Tiendecita de menaje y decoración de pueblo. 16:47h (+4 horas en España, +3 horas en Canarias).

Entran dos mujeres. Una de ellas se dirige a mí y me pregunta, emanando un aliento que ni el peor de los trolls:

– ¿Tienen vasos chiquititos?
– ¿Como de chupito? – le digo yo, retrocediendo un paso.
– ¿Y esos como son?
– Acompáñeme que se los muestro -digo mientras me dirijo a la zona de bazar-. Son estos, señora, ideales para el tequila o para cualquier licor que se le ocurra.
– En realidad es para un culto.
– …
-Somos de la Iglesia de Nuestro Señor del Séptimo Día -dice con cara de orgullo.
– …
– ¿La conoces?
– Pues no…
Me mira como si hubiera dicho una barbaridad.
– Es que no hace demasiado que vivo aquí, y aún no conozco mucho… -me apresuro a decir, no vaya a ser que esa mujer me tire un mal de ojo del séptimo día.
– Ahora tenemos un culto, y vamos a necesitar comprar muchas cosas -me dice, haciéndose la importante.
– Pues muy bien, aquí las esperamos cuando quieran, entonces.

Y se fueron sin comprar nada.

Y digo yo: ¿será que siendo del séptimo día, vienen a preguntar precios y hasta el séptimo día no pasan a comprar los vasos? ¿Será que siendo del séptimo día, y con semejante aliento, sólo se lavan los dientes en domingo?

 

Pueblos.

Acerca de pecosa

En mi familia tengo fama de borde. No te jode, como si fuera la única. Torpe, surrealista, despistada, cabezona. Eso no lo dicen ellos, lo digo yo. Tengo pecas aunque en la foto de perfil no se aprecien, pero es que la foto me quedó guapa de cojones, así que a la mierda si las pecas no se ven. Me pasé de Blogger a Wordpress en busca de emociones fuertes (me encanta vivir al límite). Me encontré con un escritorio que no entendía y que estaba mitad en inglés, mitad en español. Puse la primera plantilla que me pareció sencilla, manejable y maja y me monté una cabecera con el GIMP. El resultado es el que ves. No me pidas más.

Un comentario »

  1. Jajajaja,»es que ahora tenemos un culto»…. ¿considerarán que ha subido un escalón en el camino a ser cosmopolitas? qué rara es la gente! ¿Cómo va el curro?

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    • El otro día vienen otras señoras (el día que entra un tío bueno se lía parda, hija; casi siempre son señoras) y se ponen a mirar unos moldes, de esos para cortar la masa de las galletas con formas y tal. Y le dice una a la otra: «mira, éste nos puede ir muy bien para hacer las hostias de la iglesia». Para que veas la cultura que hay.

      El trabajo va fenomenal, Exor. Sin presiones, con momentos de creatividad, cotilleos de pueblo para pasar el rato… no es un mal inicio.

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  2. Ay qué ascooooo. Espero que vendas cepillos de dientes.

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  3. Ahora tenemos un culto, hoyga! xD… madre del amor hermoso, cuanto daño hicieron los peninsulares en las américas. En fin. Una de dos: o no les gustaban tus precios o no les gustabas tú, por no tener culto, jijiji.

    La próxima vez que se te acerquen las del Séptimo Advenimiento, les plantas un Halls en la boca. Por lo menos, se te hará más llevadero el encuentro xD

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    • Si que hicieron daño los peninsulares, sí. Y espérate, porque ahora con la historia esta del papa argentino, que dios nos coja confesaos. Y si no les gusté yo, mejor. ¡Hala, con el cuento a otra parte!

      La próxima vez más que un Halls le planto un par de cucharaditas de salfumán, hija mía.

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  4. qué bien se te da contar lo absurdo de la vida! aquí un fiel seguidor de tu escepticismo del día a día, pecas.

    pd. qué no me entere yo que ese culto pasa hambre 😉

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    • muy escéptica, sí. y absurda también. siempre. pero qué le vamos a hacer, la vida es absurda de por sí.

      qué no me entere yo que ese culto pasa hambre, y yo fiel seguidora de tus genialidades.

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  5. Yo tengo una lectura clara de todo esto: ¿no descansó Dios al séptimo día? Pues eso, que las señoras estas del séptimo día se quedaron bien «descansás» :p

    La próxima vez que pida vasos le dejas caer: «Tengo unos ideales para enjuagues bucales para evitar el tufo de algunas bocas» Pero dicho así, como el que no quiere la cosa…

    Abrazo 😀

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    • Pues mira, JuanRa, por suerte no han vuelto. No merecía la pena lo que iban a gastar (poco más de 10€) con el tufillo que desprendía la boca de la señora esa. Por mí que se queden o-cultas 😉

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