Marcos López, o la razón por la que veo el telediario del fin de semana

Publicado en

Pocas son las veces que sale por televisión alguna noticia alegre y positiva. Pero todo y eso,  este hombre hace que no me importe en absoluto si la prima de riesgo está por las nubes, o si Rajoy huye de los periodistas, o si a Sáenz de Santamaría se le caen los morros por pronunciar la ‘o’ con tanto énfasis. Cualquier mala noticia, si sale de su boca, es menos mala.

Para muchos y muchas, su atractivo puede no ser comparable al atractivo del george clooney ese de Telecinco, pero a mí es que los que son guapos a primera vista me aburren. La primera vez que vi a Marcos López,  a Marcos,  no me resultó especialmente llamativo. Pero los que de primeras no son llamativos son los mejores porque los vas descubriendo poco a poco, y cuando eso sucede es… fantástico. 

Recuerdo que empecé a prestarle atención un día a raíz de una tontería, de un gesto, algo similar a como si se irguiera para coger aire antes de empezar a hablar, gesto que me pareció de lo más varonil. A partir de ahí y de analizarlo durante algunas semanas (soy así de obsesiva, a veces) he llegado a la conclusión de que me todo en él me parece varonil: sus facciones, sus gestos, su voz.

Para los que aún no le conozcáis (sólo presenta las ediciones del fin de semana), aquí os dejo un vídeo (la tele no le hace justicia, con lo guapote que sale en las fotos del google imágenes):

(Al inicio del vídeo, mientras habla la de los deportes, Marcos se yergue con movimiento sexy, y repite en el minuto 0:08. Ay, si es que me encanta)

Acerca de pecosa

En mi familia tengo fama de borde. No te jode, como si fuera la única. Torpe, surrealista, despistada, cabezona. Eso no lo dicen ellos, lo digo yo. Tengo pecas aunque en la foto de perfil no se aprecien, pero es que la foto me quedó guapa de cojones, así que a la mierda si las pecas no se ven. Me pasé de Blogger a Wordpress en busca de emociones fuertes (me encanta vivir al límite). Me encontré con un escritorio que no entendía y que estaba mitad en inglés, mitad en español. Puse la primera plantilla que me pareció sencilla, manejable y maja y me monté una cabecera con el GIMP. El resultado es el que ves. No me pidas más.

Un comentario »

  1. vale, no me impresiona el muchacho… sin embargo la que tiene al lado sí. No sólo me gusta físicamente, sino que la respeto como periodista, un montón (quizá la otra a la q respeto así sea Julia Otero).
    Saludos desde Norge (a punto ya de volverme para España)

    Responder
    • Ay, Julia Otero? A mí se me hace un poco cansina, esa mujer, no me digas por qué. Me parece más maja la compañera de Marcos, pero es un poco sosita, la chica. Aunque claro, el telediario tampoco da para mucho…
      Ya te vuelves??

      Responder
      • sip, ya toca…. en un mes estoy en espanya.
        lo q todavía no sé a estas alturas es si volveré a norge o no cuando termine el verano (o bueno, cuando empiece el nuevo curso aquí, q es agosto).
        … y por si tiene algún peso q lo diga: yo soy periodista, aunq luego haya ejercido de mil cosas distintas. Estudie la carrera y curré como tio de radio durante más de 10 años. Así q miro, a lo mejor, cosas distintas en la gente q escribe o habla, supongo.
        Y prefiero sosita lista, que pretendidamente graciosa y listilla como la otra q hace los telediarios en la uno.

      • Estoy de acuerdo con lo último.
        Sé de uno que cuando vuelva se va a poner de gastronomía made in spain hasta las cejas. Prepara el bicarbonato.

  2. Bueno, aunque no comparto el gusto por este buen hombre… los varones con planta y sex appeal existen. Y, para que negarlo, todas nos hemos topado con alguno alguna que otra vez. Yo con dos… y no me olvido de ellos. En mi caso, los dos eran profesores: uno en Bachillerato y el otro en la uni. Tenían y tienen planta, mucha… y a mi me derretían (es más, uno de ellos sigue haciéndolo). Lo peor es cuando «cometes» el error de decirlo y te miran como si fueras un bicho xD

    Por cierto, Pecosa, llevas unos días muy prolíficos!! De hecho, me da hasta miedo abrir el correo y encontrarme con una nueva publicación tuya!! (Nah, es broma… en el fondo, me lo paso bien, je).

    Responder
    • No te gusta Marcos? Pues hala, a más tocamos!
      Ah, el maravilloso mundo de los profesores. Yo sólo me enamoré de uno: mi tutor de 5º de EGB. Se llamaba Sebastià, y era profe de gimnasia. Recuerdo que cuando se dejó barba me enamoré del todo.
      Te miran como un bicho raro? Pues hala, a más tocas! 😉

      Aprovecha mi productividad, cualquier día vuelvo a desaparecer!

      Responder
  3. ese yerguimiento parece indicar que el tal marcos está hecho de gelatina balística.
    igual son celos.

    Responder
    • anda, no digas tontadas. qué celos vas a tener tú de un tío que no tiene nada de cintura para abajo? (ya sabes lo que dicen de los presentadores de telediarios)

      Responder
      • pero eso no eran los muppets? no me extraña que se contonee entonces, que menos cuando te trufan los adentros!
        lo verdaderamente triste es cuando la voz y las palabras también son cosa de la mano

        espero que marcos tenga piernas, aledaños, y conciencia propia. podía vivir con eso.

      • jajaj, bueno, en la tele casi todas las voces y palabras son cosa de la mano que mueve todo el cotarro mediático; así que sí, no dejan de ser muppets. (después de esto, creo que marcos nunca volverá a ser lo mismo)

      • siempre te quedará jeff bingham.

      • ay, sí. qué hombre (buena memoria! yo ni recordaba que lo había nombrado en una entrada)

  4. Interesante estudio sobre el «sexapil», vaya yo nunca habria pensado que este chico pudiera despertar pasiones, (ahora quiero parecerme a él) jaja, ,muy interesante eso del gesto cogiendo aire, a mi también me puede matar un gesto femenino que para alguien pase desapercibido. Lo dicho muy interesante reflexion interna y femenina

    Responder
    • No dias bobadas, Marcos tendrá su sexapil y tú tendrás el tuyo. Yo también me quiero parecer a la Belucci, pero si me pareciera a la Belucci ya no sería yo!
      Y después de este pensamiento filosófico tan aplastante, decir también que sí, hay gestos que matan. A veces morir puede ser un placer.

      Responder

¡Opine! ¡No se corte!